Carol Chan publica artículo sobre experiencias afectivas de racialización en chilenos y chilenas de ascendencia coreana
17 / 04 / 2025
Carol Chan, académica de la Escuela de Antropología de la Universidad Diego Portales, acaba de publicar un artículo en la destacada revista internacional Ethnic and Racial Studies. “‘Seguía siendo el bicho raro, pero ahora soy genial’: el impacto del Hallyu en las experiencias afectivas de racialización entre los chilenos de ascendencia coreana” es el título del estudio que desarrolló junto a las investigadoras Jinok Choi y Javiera Reyes-Navarro, en el que se aborda cómo la notoriedad de la cultura pop coreana ha transformado las dinámicas de racialización de estos jóvenes en nuestro país.
A partir de observación participante y doce entrevistas semiestructuradas a chilenos y chilenas de ascendencia coreana, de entre 23 y 38 años de edad, las autoras describen cómo relatan sus experiencias cambiantes de racialización con la creciente popularidad del K-pop y el K-drama en Chile.
“En sus propias palabras, aunque seguían siendo ‘bichos raros’, ahora también eran ‘geniales’. Destacamos las formas ambivalentes en que respondieron y racionalizaron experiencias anteriores de racismo considerando la reciente comercialización exitosa de la ‘coreanidad’. A través del marco de las emociones racializadas, mostramos que acogen los efectos positivos del Hallyu mientras expresan resentimiento y escepticismo sobre su posibilidad de reestructurar las jerarquías raciales”, se afirma en el artículo.
Chan, doctora en Antropología por la Universidad de Pittsburgh y especialista en migración china contemporánea en Chile, cuenta que este proyecto surgió en medio de una exposición ideada por el Núcleo Milenio sobre los Impactos de China en América Latina (ICLAC) que invitó a público chileno de ascendencia china a compartir fotografías familiares. “En el proceso surgió la idea de ampliar la muestra e incluir personas chilenas de ascendencia coreana y japonesa también, porque en Chile estos grupos suelen ser racializados como ‘chinos’”.
Según la académica, en comparación a la migración china y japonesa, “la migración coreana a Chile es mucho más reciente, además nos encontramos en un contexto actual donde la cultura coreana parece estar ‘de moda’, así que fue muy interesante contrastar las experiencias personales y trayectorias familiares de este grupo”.
En el estudio se utiliza el concepto de emociones racializadas, que en palabras de la investigadora UDP, “se refiere a cómo las ideas sobre ‘raza’ en relación con los seres humanos no solo se entienden de forma racional, sino que también se viven a través de las emociones”, lo que se expresa de forma distinta según el grupo social y el contexto en que se interactúa. “Las emociones racializadas que surgen en los debates sobre migración, ya sean de odio, compasión, rabia o empatía, no deben entenderse como experiencias individuales o aisladas. Estas emociones forman parte de una historia colectiva y están vinculadas a procesos sociales más amplios”, agrega Chan.
Sobre los resultados del proyecto, la académica de Antropología UDP menciona: “El hecho de que los productos culturales coreanos se hayan vuelto populares y comercializados no significa que la admiración por ellos haya eliminado o reemplazado las actitudes racistas o antiasiáticas. De hecho, las experiencias de chilenos de ascendencia coreana muestran que ambas cosas pueden coexistir —el amor por la cultura pop coreana y el prejuicio hacia las personas coreanas. El auge de la tecnología, los cosméticos y el entretenimiento coreano no ha llevado necesariamente a una mayor empatía ni a un reconocimiento más humano de quienes son racializados como coreanos en Chile”.
¿Cuál es la contribución social de este trabajo?
Destacar las emociones racializadas es clave para mostrar que el racismo y la desigualdad social no se mantienen solo por leyes o prácticas discriminatorias en las instituciones. También se sostienen a través de lo que sentimos y cómo esas emociones refuerzan ciertas formas de ver y tratar a los demás. Los esfuerzos para abordar la injusticia social, incluyendo y más allá de los debates sobre racismo y racialización, deben incluir un diálogo sustantivo y colectivo sobre las emociones raciales como fenómenos fundamentalmente sociales e históricamente fundamentados, no solo individuales y meramente subjetivos.
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